Antagonistas de los receptores adrenérgicos α
Antagonistas de los receptores adrenérgicos α1
Propiedades farmacológicas generales
Agentes disponibles
Prazosina
Usos terapéuticos
Antagonistas de los receptores adrenérgicos α2
Yohimbina
Antagonistas no selectivos de los receptores
adrenérgicos α
Usos terapéuticos
Antagonistas adicionales de los receptores
adrenérgicos α
Los receptores adrenérgicos α median muchas de las acciones importantes de las catecolaminas endógenas. Los receptores α1 median la contracción del músculo liso arterial, venoso y visceral, mientras que los receptores α2 participan para suprimir los estímulos simpáticos de salida, aumentar el tono vagal, facilitar la agregación plaquetaria, inhibir la liberación de NE y acetilcolina de las terminaciones nerviosas y en la regulación de los efectos metabólicos (p. ej., supresión de la secreción de insulina e inhibición de la lipólisis). Los receptores α2 también median en la contracción de algunas arterias y venas.
Algunos de los efectos clínicos más importantes observados de los antagonistas del receptor α están en el sistema cardiovascular. Las acciones tanto en el CNS como en la periferia están involucradas; el resultado depende del estado cardiovascular del paciente en el momento de la administración del fármaco y de la selectividad relativa del agente para los receptores α1 y α2. Los antagonistas del receptor α tienen un amplio espectro de especificidades farmacológicas y son químicamente heterogéneos. Algunos de estos medicamentos tienen afinidades bastante diferentes para los re-ceptores α1 y α2. Por ejemplo, la prazosina es mucho más potente en el bloqueo de receptores α1 que de α2 (es decir, muestra selectividad α1), mientras que la yohimbina es α2 selectiva; la fentolamina tiene afinidades similares para estos dos subtipos de receptores.
Antagonistas de los receptores adrenérgicos α1
Propiedades farmacológicas generales
El bloqueo de los receptores adrenérgicos α1 inhibe la vasoconstricción inducida por las catecolaminas endógenas; la vasodilatación puede ocurrir en ambos: vasos y venas de resistencia arteriolar. El resultado es una caída en la presión sanguínea debido a la disminución de la resistencia periférica. La magnitud de tales efectos depende de la actividad del sistema nervioso simpático en el momento en que se administra el antagonista y, por tanto, es menor en sujetos en decúbito supino que en los que están erectos, y es particularmente notable si hay hipovolemia. Para la mayoría de los antagonistas del receptor α, la caída de las presiones sanguíneas se opone a los reflejo barorreceptores que causan aumentos en la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco, así como la retención de líquidos. Esos reflejos son exagerados si el antagonista también bloquea los receptores α2 en las terminaciones nerviosas simpáticas periféricas, lo que conduce a una liberación mejorada de NE y a una mayor estimulación de los receptores β1 postsinápticos en el corazón y en las células yuxtaglomerulares.
Agentes disponibles
Prazosina
Debido en parte a su mayor selectividad por los receptores α1, esta clase de antagonistas del receptor α exhibe una mayor utilidad clínica y ha reemplazado, en gran medida, a los antagonistas de los receptores α haloalquilamina no selectiva (p. ej., fenoxibenzamina) y la imidazolina. La prazosina es el prototípico antagonista con selectividad por α1. La afinidad de la prazosina por los receptores adrenérgicos α1 es aproximadamente 1 000 veces mayor que la que tiene por los receptores adrenérgicos α2. Es de notar que el fármaco es también un inhibidor relativamente potente de las PDE de nucleótidos cíclicos y, originalmente, se sintetizó para ese fin. La prazosina y los antagonistas del receptor α relacionados, doxazosina y tamsulosina, se usan con frecuencia para el tratamiento de la hipertenSsión.
Usos terapéuticos
Hipertensión. La prazosina y sus congéneres se han utilizado con éxito en el tratamiento de la hipertensión esencial. Los efectos pleiotrópicos de estos fármacos mejoran los perfiles lipídicos y el metabolismo de la glucosa-insulina en pacientes con hipertensión que están en riesgo de enfermedad aterosclerótica. Las catecolaminas también son potentes estimuladores de la hipertrofia del músculo liso vascular, al actuar sobre los receptores α1. No se conoce en qué medida estos efectos de los antagonistas α1 tienen importancia clínica para disminuir el riesgo de aterosclerosis.
Insuficiencia cardiaca congestiva. Los antagonistas de los receptores α se han usado en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva, pero no son los medicamentos de elección. Los efectos a corto plazo del bloqueo de los receptores α en estos pacientes se deben a la dilatación de arterias y venas, que resulta en una reducción de la precarga y la poscarga, lo que aumenta el gasto cardiaco y reduce la congestión pulmonar. A diferencia de los resultados obtenidos con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o una combinación de hidralazina y un nitrato orgánico, no se ha encontrado que la prazosina prolongue la vida en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva.
Hiperplasia prostática benigna. En un porcentaje significativo de varones de mayor edad, la BPH ocasiona obstrucción uretral sintomática quedebilita el chorro de orina, que incrementa la frecuencia de la micción y produce nicturia. Esos síntomas se deben a una combinación de presión mecánica en la uretra, debida al incremento de la masa muscular lisa, y al aumento, mediado por el receptor α1, en el tono del músculo liso en la próstata y el cuello de la vejiga. Los receptores α1 en el músculo trígono de la vejiga y la uretra contribuyen a la resistencia a la salida de la orina. La prazosina reduce dicha resistencia en algunos pacientes con deterioro del vaciamiento de la vejiga por obstrucción prostática o descentralización parasimpática causada por lesión medular.
Antagonistas de los receptores adrenérgicos α2
La activación de los receptores α2 presinápticos inhibe la liberación de la NE y otros cotransmisores de las terminaciones nerviosas simpáticas periféricas. La activación de los receptores α2 en la región pontomedular del CNS inhibe la actividad del sistema nervioso simpático y conduce a una disminución de la presión sanguínea; estos receptores son un sitio de acción para medicamentos como la clonidina. El bloqueo de los receptores α2 con antagonistas selectivos como la yohimbina puede aumentar la corriente simpática de salida y potenciar la liberación de la NE de las terminaciones nerviosas, lo que lleva a la activación de los receptores α1 y β1 en el corazón y la vasculatura periférica, con el consiguiente aumento de la presión sanguínea. Los antagonistas que también bloquean los receptores α1 dan lugar a efectos similares sobre el flujo simpático y la liberación de NE, pero el aumento neto de la presión sanguínea se previene mediante la inhibición de la vasoconstricción.
Yohimbina
La yohimbina es un antagonista competitivo que muestra selectividad por los receptores α2. El compuesto es un alcaloide indolalquilamínico que se encuentra en la corteza del árbol Pausinystalia yohimbe y en la raíz Rauwolfia; su estructura se asemeja a la de reserpina. La yohimbina ingresa fácilmente al CNS, donde actúa para aumentar la presión arterial y la frecuencia cardiaca; también mejora la actividad motriz y produce temblores.
Antagonistas no selectivos de los receptores
adrenérgicos α
Fenoxibenzamina y fentolamina
La fenoxibenzamina y la fentolamina son antagonistas no selectivos de los receptores α. La fenoxibenzamina, un compuesto de haloalquilamina, produce un antagonismo irreversible, mientras que la fentolamina, una imidazolina, produce un antagonismo competitivo. La fenoxibenzamina y la fentolamina causan una disminución progresiva de la resistencia periférica, debido al antagonismo de los receptores α en la vasculatura y a un aumento en el gasto cardiaco, que se debe en parte a la estimulación simpática refleja. La estimulación cardiaca se acentúa por la liberación mejorada de NE del nervio simpático cardiaco, a causa del antagonismo de los receptores α2 presinápticos por parte de estos bloqueadores α no selectivos. La hipotensión postural es una característica destacada de estos fármacos, y esto, acompañado por taquicardia refleja que puede precipitar arritmias cardiacas, limita gravemente el uso de estos medicamentos para tratar la hipertensión esencial. Los antagonistas con selectividad por α1, como la prazosina, han reemplazado a los bloqueadores α “clásicos” en el tratamiento de la hipertensión esencial. La fenoxibenzamina y la fentolamina todavía se comercializan para varios usos especializados.
Usos terapéuticos
La fenoxibenzamina se usa en el tratamiento de los feocromocitomas, tumores de la médula suprarrenal y neuronas simpáticas que secretan enormes cantidades de catecolaminas en la circulación. El resultado habitual es la hipertensión, que puede ser episódica y grave. La gran mayoría de los feocromocitomas se tratan quirúrgicamente; la fenoxibenzamina se usa a menudo en la prepración del paciente para la cirugía. El medicamento controla los episodios de hipertensión grave y minimiza otros efectos adversos de las catecolaminas, como la contracción del volumen plasmático y la lesión del miocardio.
Antagonistas adicionales de los receptores
adrenérgicos α
Alcaloides del ergot
Los alcaloides del ergot fueron los primeros antagonistas de los receptores adrenérgicos que se descubrieron. Los alcaloides del ergot presentan una variedad compleja de propiedades farmacológicas. En diversos grados, estos agentes actúan como agonistas o antagonistas parciales en receptores α, receptores de DA y receptores de serotonina.
Indoramina
La indoramina es un antagonista selectivo y competitivo de los receptores selectivos α1, que también antagoniza a los receptores H1 y 5HT. La indoramina reduce la presión arterial con taquicardia mínima. El medicamento no está disponible en Estados Unidos; fuera de este país, la indoramina se usa para el tratamiento de la hipertensión y la BPH y en la profilaxis de la migraña. El fármaco también disminuye la incidencia de ataques del fenómeno de Raynaud. Algunos de los efectos adversos de la indoramina incluyen sedación, boca seca y falta de eyaculación.
Ketanserina
Aunque se desarrolló como un antagonista del receptor 5HT, la ketanserina también bloquea los receptores α1.
Urapidilo
El urapidilo es un antagonista selectivo de los receptores α1 que tiene una estructura química distinta a la de la prazosina y compuestos relaciona- dos; el fármaco no está disponible comercialmente en Estados Unidos. El bloqueo de los receptores α1 periféricos parece ser el principal responsa-
ble de la hipotensión producida por el urapidilo, aunque también tienacciones en el CNS.
Bunazosina
La bunazosina es un antagonista con selectividad por α1 de la clase de las quinazolinas, que ha demostrado reducir la presión arterial en pacientes con hipertensión. La bunazosina no está disponible en Estados Unidos.
Agentes neurolépticos
La cloropromazina, el haloperidol y otros fármacos neurolépticos de los tipos fenotiazina y butirofenona producen un bloqueo significativo de los receptores tanto α como D2 en los seres humanos.
Antagonistas de los receptores adrenérgicos β
Los antagonistas competitivos de los receptores adrenérgicos β, o bloqueadores β, han recibido una atención clínica enorme debido a su eficacia en el tratamiento de la hipertensión, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca congestiva y ciertas arritmias. La infinidad de antagonistas β se puede distinguir por las siguientes propiedades:
• Afinidad relativa por los receptores β1 y β2.
• Actividad simpaticomimética intrínseca.
• Bloqueo de receptores α.
• Diferencias en la solubilidad de los lípidos (penetración del CNS).
• Capacidad para inducir vasodilatación.
• Parámetros farmacocinéticos.
Propiedades farmacológicas
Las propiedades farmacológicas de los antagonistas de los receptores β pueden deducirse, y explicarse en gran parte, a partir del conocimiento de las respuestas provocadas por los receptores en los diversos tejidos y la actividad de los nervios simpáticos que inervan estos tejidos . Por ejemplo, el bloqueo de los receptores β tiene un efecto relativamente pequeño en el corazón normal de un individuo en reposo, pero tiene efectos profundos cuando el control simpático del corazón es dominante, como ocurre durante el ejercicio o el estrés. Los antagonistas de los receptores adrenérgicos β se clasifican en sin selectividad por subtipo (“primera generación”), con selectividad por β1 (“segunda generación”) y sin selectividad por subtipo o con ella, pero con acciones cardiovasculares adicionales (“tercera generación”). Estos últimos medicamentos tienen propiedades cardiovasculares adicionales (especialmente vasodilatación) que parecen no estar relacionadas con el bloqueo β.
Sistema cardiovascular. Los principales efectos terapéuticos de los antagonistas de los receptores β están en el sistema cardiovascular. Es importante distinguir entre los efectos que se presentan en sujetos normales y los que se identifican en sujetos con enfermedades cardiovasculares como la hipertensión o la isquemia miocárdica. Las catecolaminas tienen acciones cronotrópicas e inotrópicas positivas. Por el contrario, los antagonistas de los receptores β ralentizan la frecuencia cardiaca y disminuyen la contractilidad miocárdica, si hay estímulos simpáticos para antagonizar.
Actividad antihipertensiva. En términos generales, los antagonistas de los receptores β no reducen la presión sanguínea en pacientes con presión arterial normal. Sin embargo, estos medicamentos reducen la presión sanguínea en pacientes con hipertensión, pero los mecanismos responsables de este importante efecto clínico no se conocen por completo. La liberación de renina desde las células yuxtaglomerulares es estimulada por el sistema nervioso simpático por medio de los receptores β1, y este efecto es bloqueado por los antagonistas de los receptores β. Los receptores β presinápticos mejoran la liberación de NE procedente de las neuronas simpáticas, y la disminución de la liberación de NE del bloqueo β es una respuesta posible. Aunque no se esperaría que los bloqueadores β disminuyan la contractilidad del músculo liso vascular, la administración a largo plazo de estos fármacos a pacientes hipertensos conduce, finalmente, a una disminución de la resistencia vascular periférica.
Sistema pulmonar. Los antagonistas de los receptores β no selectivos, como el propranolol, bloquean los receptores β2 en el músculo liso bronquial. Esto, por lo general, tiene poco efecto sobre la función pulmonar en individuos normales. Sin embargo, en pacientes con COPD, dicho bloqueo puede llevar a una broncoconstricción potencialmente mortal. Aunque los antagonistas con selectividad por β1 o aquellos con actividad simpaticomimética intrínseca tienen menor capacidad que el propranolol para aumentar la resistencia de las vías respiratorias en pacientes con asma, deben usarse sólo con gran precaución, si es que se usan, en pacientes con enfermedades broncoespásticas. Los medicamentos como el celiprolol, que muestra selectividad por los receptores β1 y agonismo parcial por los receptores β2, son potencialmente prometedores, aunque la experiencia clínica es limitada.
Efectos metabólicos. Los antagonistas de los receptores β modifican el metabolismo de carbohidratos y lípidos. Las catecolaminas promueven la glucogenólisis y movilizan la glucosa en respuesta a la hipoglucemia. Los betabloqueadores no selectivos pueden hacer que el paciente se tarde más en recuperarse de la hipoglucemia en la diabetes mellitus tipo 1 (dependiente de insulina), pero pocas veces lo hacen en la diabetes mellitus tipo 2. Además de bloquear la glucogenólisis, los antagonistas de los receptores β pueden interferir con los efectos contrarreguladores de las catecolaminas secretadas durante la hipoglucemia, al reducir la percepción de síntomas como el temblor, la taquicardia y el nerviosismo. Por tanto, los antagonistas de los receptores β adrenérgicos se deben usar con gran cautela en pacientes con diabetes lábil y con reacciones hipoglucémicas frecuentes.
Antagonistas no selectivos de los receptores
adrenérgicos β
Propranolol
El propranolol es altamente lipofílico y se absorbe casi por completo tras la administración oral. Gran parte del fármaco es metabolizado por el hígado durante su primer paso a través de la circulación portal; sólo alrededor de 25% llega a la circulación sistémica. Además, se advierte una variación considerable de una persona a otra en el aclaramiento presistémico del propranolol en el hígado; esto contribuye a una enorme variabilidad en las concentraciones plasmáticas (∼20 veces), tras la administración oral del fármaco, y a un amplio rango de dosis para la eficacia clínica. El grado de extracción hepática del propranolol disminuye a medida que aumenta la dosis. La biodisponibilidad del propranolol puede aumentar con la ingestión simultánea de alimentos y durante la administración a largo plazo del medicamento. El propranolol ingresa con facilidad al CNS.
Nadolol
El nadolol es un antagonista de acción prolongada, con igual afinidad por los receptores β1 y β2. Está desprovisto de actividad simpaticomimética, tanto estabilizadora de membrana como intrínseca. Una característica distintiva del nadolol es su t1/2 relativamente largo. Se puede usar para tratar la hipertensión y la angina de pecho. Los usos no etiquetados han incluido la profilaxis de la migraña, los temblores parkinsonianos y el sangrado de las varices en la hipertensión portal.
Timolol
El timolol es un potente antagonista de los receptores β no selectivo, sin actividad simpaticomimética intrínseca o estabilizadora de la membrana. Se utiliza para la hipertensión, la insuficiencia cardiaca congestiva, el infarto agudo de miocardio y la profilaxis de la migraña. En oftalmología, el timolol se ha utilizado en el tratamiento del glaucoma de ángulo abierto y la hipertensión intraocular. El fármaco parece reducir la producción de humor acuoso a través del bloqueo de los receptores β en el epitelio ciliar.
Pindolol
El pindolol es un antagonista de los receptores β no selectivo con actividad simpaticomimética intrínseca. Tiene baja actividad estabilizadora de membrana y baja solubilidad en lípidos. Se usa para tratar la angina de pecho y la hipertensión. Los bloqueadores β, con una ligera actividad agonista parcial, se pueden preferir como agentes antihipertensivos en individuos con reserva cardiaca disminuida o propensión a la bradicardia. No obstante, la importancia clínica del agonismo parcial no se ha demostrado sustancialmente en ensayos controlados, pero puede ser importante en pacientes individuales.
Antagonistas selectivos de los receptores
adrenérgicos β1
Metoprolol
El metoprolol es un antagonista selectivo de los receptores β1 que carece de actividad simpaticomimética intrínseca y actividad estabilizadora de la membrana.
Atenolol
El atenolol es un antagonista que muestra selectividad por β1, desprovisto de actividad intrínseca simpaticomimética y actividad estabilizadora de membrana. El atenolol es muy hidrófilo y parece penetrar el CNS sólo en forma limitada.
Usos terapéuticos. El atenolol se puede usar para tratar la hipertensión, la enfermedad coronaria, las arritmias y la angina de pecho, y para tratar o reducir el riesgo de complicaciones cardiacas luego de un infarto de miocardio. En comparación con el placebo u otros agentes antihipertensivos, metaanálisis recientes y ensayos clínicos demostraron una falta de beneficio para la reducción del accidente cerebrovascular, cardiovascular y cualquier otra causa, a pesar de la reducción similar de la presión arterial en comparación con otros agentes antihipertensivos. En comparación con otros tratamientos activos, el atenolol se asoció con un mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa, mortalidad cardiovascular y accidente cerebrovascular, y tuvo un efecto neutral sobre el infarto de miocardio. El atenolol también se usa para tratar la enfermedad de Graves, hasta que los medicamentos antitiroideos puedan tener efecto.
Esmolol
El esmolol es un antagonista selectivo β1 cuya acción comienza de manera rápida pero dura muy poco tiempo. Tiene poca o ninguna actividad simpaticomimética intrínseca y carece de acciones estabilizadoras de membrana. El esmolol se administra por vía intravenosa y se usa cuando
se desea un bloqueo β de corta duración, o en pacientes enfermos críticos en los que efectos adversos como bradicardia, insuficiencia cardiaca o hipotensión pueden requerir una retirada rápida del fármaco. Es un agente antiarrítmico de clase II.
Acebutolol
El acebutolol es un antagonista con selectividad por β1, con cierta actividad simpaticomimética intrínseca y estabilizadora de membrana.
Usos terapéuticos. El acebutolol se ha utilizado para tratar la hipertensión, las arritmias cardiacas ventriculares y auriculares, el infarto agudo de miocardio en pacientes de alto riesgo y el síndrome de Smith-Magenis.
Bisoprolol
El bisoprolol es un antagonista de los receptores β1 altamente selectivo, que carece de actividad simpaticomimética intrínseca o estabilizadora de la membrana. Tiene un mayor grado de actividad selectiva por β1 que el atenolol, el metoprolol o el betaxolol, pero menos que el nebivolol. Está aprobado para el tratamiento de la hipertensión. En términos generales, el bisoprolol es bien tolerado; los efectos secundarios incluyen mareos, bradicardia, hipotensión y fatiga.
Betaxolol
El betaxolol es un antagonista selectivo de los receptores β1 sin actividad agonista parcial y con leves propiedades estabilizadoras de la membrana. El betaxolol se usa para tratar la hipertensión, la angina de pecho y el glaucoma. El fármaco se absorbe bien con alta biodisponibilidad; su t1/2 de eliminación varía de 14 a 22 h. Por lo general, es bien tolerado; los efectos secundarios son leves y transitorios.
Antagonistas de los receptores adrenérgicos β
con efectos cardiovasculares adicionales
(betabloqueadores de “tercera generación”)
En adición a los clásicos antagonistas selectivos de los receptores adrenérgicos β1 y de los no selectivos, existen fármacos que poseen acciones vasodilatadoras. Estos efectos se producen a través de una variedad de mecanismos, entre los cuales se incluyen los siguientes:
• Bloqueo de los receptores adrenérgicos α1 (labetalol, carvedilol, bucindo-
lol, bevantolol, nipradilol).
• Aumento de la producción de NO (celiprolol, nebivolol, carteolol, bopin-
dolol, nipradolol).
• Propiedades del agonista β2 (celiprolol, carteolol, bopindolol).
• Bloqueo de entrada del Ca2+ (carvedilol, betaxolol, bevantolol).
• Apertura de canales de K+
(tilisolol).
• Acción antioxidante (carvedilol).
Labetalol
El labetalol es representativo de una clase de medicamentos que actúan como antagonistas competitivos en los receptores α1 y β. El labetalol tiene dos centros ópticos, y la presentación utilizada clínicamente contiene cantidades iguales de los cuatro diastereómeros. Las propiedades farmacológicas del medicamento son complejas, porque cada isómero muestra diferentes actividades relativas. Las propiedades de la mezcla incluyen bloqueo selectivo de receptores α1 (en comparación con el subtipo α2), bloqueo de receptores β1 y β2, actividad agonista parcial en receptores β2 e inhibición de la captación neuronal de NE (efecto similar a la cocaína) (capítulo 8). La potencia de la mezcla para el bloqueo de los receptores β es de 5 a 10 veces mayor que para el bloqueo de los receptores α1.
El labetalol está disponible en forma oral para el tratamiento de la hipertensión crónica y como una presentación intravenosa para uso en emergencias hipertensivas. El labetalol se ha asociado con lesiones hepáticas en un número limitado de pacientes. El labetalol se ha recomendado como tratamiento de la hipertensión aguda grave (emergencia hipertensiva).
Carvedilol
El carvedilol es un antagonista del receptor β de tercera generación que tiene un perfil farmacológico único. Bloquea los receptores β1, β2 y α1 de forma similar al labetalol, pero también tiene propiedades antioxidantes y antinflamatorias. Las propiedades antioxidantes y anti- inflamatorias pueden ser beneficiosas para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva. El fármaco tiene actividad estabilizadora de membrana, pero carece de actividad simpaticomimética intrínseca. El carvedilol reduce la presión sanguínea arterial, al disminuir la resistencia vascular y mantener el gasto cardiaco, mientras disminuye el tono simpático vascular (DiNicolantonio et al., 2015; Zepeda et al., 2012). El efecto hemodinámico ejercido por el carvedilol es similar al de los ACEI y superior al de los bloqueadores β tradicionales. El carvedilol es renoprotector y tiene efectos favorables en pacientes con diabetes o síndrome metabólico. El medicamento está aprobado por la FDA para su uso en la hipertensión, insuficiencia cardiaca congestiva, y disfunción ventricular izquierda luego de un infarto de miocardio.
Bucindolol
El bucindolol es un antagonista adrenérgico β no selectivo, con propiedades débiles de bloqueo adrenérgico α1 de tercera generación. El bucindolol aumenta la fracción de eyección sistólica del ventrículo izquierdo y disminuye la resistencia periférica, lo que reduce la poscarga. Incrementa el nivel plasmático de colesterol de HDL, pero no afecta los triglicéridos en plasma. Un gran ensayo clínico integral, el BEST (β Blocker Evaluation of Survival Trial), finalizó con anticipación porque no se pudo demostrar beneficio alguno en la supervivencia con el bucindolol versus placebo. Análisis posteriores han demostrado que los polimorfismos en los receptores β1 y α2c predicen el efecto del bucindolol para prevenir la fibrilación auricular de nueva aparición y las arritmias ventriculares.
Nebivolol
El nebivolol es un antagonista de los receptores adrenérgicos β1 de tercera generación, de acción prolongada y altamente selectivo, que estimula la vasodilatación mediada por NO a través del agonismo de los receptores β3. de actividad estabilizadora de la membrana y de propiedades de bloqueo de los receptores α1.
Usos terapéuticos. El nebivolol está aprobado para el tratamiento de la hipertensión y tiene una utilidad potencial en el tratamiento de la insufi- ciencia cardiaca con arrastre de eyección reducida. El medicamento disminuye la presión arterial al reducir la resistencia vascular periférica, aumenta significativamente el volumen sistólico con la preservación del gasto cardiaco y mantiene el flujo sistémico y el flujo sanguíneo hacia los órganos blanco. El nebivolol también reduce el estrés oxidativo y puede tener efectos favorables, tanto en el metabolismo de los carbohidratos como de los lípidos. Estos beneficios también se observan en presencia desíndrome metabólico, que a menudo se acompaña de hipertensión.
Me gustó mucho, ha sido muy útil la información.
ResponderBorrarClara y concisa.