La adicción se puede considerar como una forma de memoria inadaptada. La adicción comienza con la administración de sustancias (p. ej., la cocaína) o comportamientos (p. ej., la emoción del juego) que activan de forma directa e intensa los circuitos de recompensa cerebral. La activación de estos circuitos motiva el comportamiento normal, y la mayoría de los humanos simplemente disfruta de la experiencia, sin verse obligados a repetirla. Para algunos (∼16% de los que prueban la cocaína), la experiencia produce fuertes asociaciones, condicionadas a las señales ambientales que señalan la disponibilidad de la droga o el comportamiento. El individuo se siente atraído por la repetición compulsiva de la experiencia, enfocándose en el placer inmediato, a pesar de las consecuencias negativas a largo plazo, y el abandono de importantes responsabilidades sociales. La distinción entre la dependencia y la adicción es importante porque los pacientes con dolor, a veces se ven privados de la adecuada ...